martes, 18 de octubre de 2011

Tenis de mesas (2011)



El 5 de Octubre del 2011, primer día de la clase de Espacio, arte y acción, los alumnos se reúnen a la entrada de la clase. Allí les está Fernando, antiguo alumno que les recibe y les guía al interior del aula.


En el espacio se encuentran dos mesas negras y dos personas: Nieves (estudiante) y Raúl (profesor). Fernando coloca una fila de personas sentadas entre las dos mesas y al resto, alrededor de la sala. Una vez colocados, Nieves y Raúl, que tiene dos raquetas de tenis, pelotas y unas tizas, comienzan a escribir, cada uno en su respectiva mesa un concepto, referido a su contrincante. Seguidamente empiezan a jugar al tenis de mesa, utilizando la línea de cabezas de las personas sentadas a modo de red. Cada vez que golpean la pelota corean la palabra escrita hasta que uno de ellos falla. El que gana, comienza a escribir nuevamente otro concepto, esperando la respuesta de su oponente y repitiendo la dinámica.

Se establece un diálogo o confrontación de conceptos, que descalifican, atacan o menosprecian a su oponente. Se intercalan los conceptos: pasiva- prepotente, torpe-tirano, floja-incompetente, megalómano- ignorante, intransigente-vaga, ogro-informal, lenta-infantil, etc… Nieves invita a seguir la acción y Guillermo, otro estudiante, coge el relevo. Continua la dinámica del juego entre Guillermo y Raúl, hasta que Nieves entra el campo, relevando a Raúl: el juego ahora está entre dos estudiantes Guillermo y Nieves. Guillermo pide el relevo y María juega contra Nieves. Después de un peloteo, Raúl releva a María y se enfrenta de nuevo a Nieves, pero en los campos contrarios a los que empezaron. Los conceptos ahora se intercambian y se confunden.


Después de un breve peloteo, Raúl y Nieves abandonan. Primero el juego y después la sala, dejando en su lugar a los estudiantes. Se suceden los intercambios de roles, elementos lúdicos, robos de pelota y el tráfico de palabras, hasta que una persona del público decide robar las dos pelotas y borrar los conceptos de las mesas pizarra.


Una vez pasados 10 minutos Nieves y Raúl se incorporan al espacio, para realizar un análisis conjunto de la acción. Se piden posibles interpretaciones y después se ofrece la interpretación personal que motivo la presentación con el tenis de mesas.


La performance intenta analizar y contextualizar la dificultad de la comunicación en el contexto específico de la educación. Los dos personajes enfrentados (profesor-estudiante) lanzan palabras fruto de su incapacidad de generar empatía y concordia con el otro. La comunicación y el juego se convierte en rivalidad y confrontación, sin embargo los conceptos que se propinan son similares e incluso se repiten por ambas partes. A pesar de las dificultades dadas por la incomprensión y los prejuicios, llama la atención el empeño de la pareja en seguir el juego intentando encontrar un entendimiento.

La acción buscaba un cambio físico de campo para demostrar el sinsentido de los roles desempeñados. Al mismo tiempo cuestiona los papeles típicos atribuidos al estudiante y al profesor, para profundizar en un tipo de relación diferente, fluida y orgánica en el ámbito educativo, social, personal, político…