Desde pequeño me gustaba medir y detener el tiempo con mi cronómetro Casio. Jugaba a contener la respiración y cronometrarme. Aguantar la respiración me hacía y me hace consciente de la dimensión del tiempo. Te conecta con el esencial acto de la respiración y inevitablemente con el latir de mi corazón. Se convierte en una manera radical de conectar con lo imprescindible cuando todo lo demás pierde sentido. Un minuto era mi record.
Durante el transcurso de la inauguración y sin avisar, llegaré a este espacio y voy a contener la respiración. Ayudado de un pulsómetro[1], iré diciendo las variaciones de mi pulso. Un juego mínimo que me hace revivir y experimentar la intensidad y belleza del momento presente. Una manera de traducir el tiempo en latidos y ser conscientes de ellos.
Seguramente no me veas hacerlo, pero no es importante[2]. El sentido de esta acción es que lo experimentes tú. Si quieres acompañarme, antes, durante o después de la acción, te invito a coger tu pulso, contener tu respiración, sentir esa sensación de asfixia y después disfrutar del fluir del aire en tus pulmones.
Para los que respiran/raron y laten/ieron vitalmente.
Raúl Díaz-Obregón
Más información: Blog de enterarte
[1] Aparato electrónico que mide de forma gráfica y digital la frecuencia cardiaca (pulsaciones por minuto) en tiempo real.
[2] La documentación de esta performance y otras acciones de Raúl se publican en http://www.rauldiazobregoncruzado.blogspot.com.es/
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